domingo, 21 de agosto de 2011

El nuevo examen MIR no estará vigente en 2011 como manda la LOPS

El coordinador del grupo de Alternativas al MIR del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), José Antonio Rueda Camino, está convencido de que el nuevo examen MIR no estará vigente en 2011 como manda la LOPS. Según él, "la crisis retrasará el plazo previsto para su aplicación".
La Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) exige que el nuevo modelo de examen MIR esté vigente en 2011, pero lo más probable es que se retrase su puesta en marcha aunque medie un imperativo legal. Esto, que lo piensan muchos expertos en educación médica (ver DM del 10-VII-2009), lo ha asumido también el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), que lidera, entre otras cosas, la implicación de los alumnos en la reforma del posgrado ante la falta de representatividad nacional del colectivo MIR.

José Antonio Rueda estudia tercero de Medicina en la facultad de Sevilla y es el coordinador del grupo Alternativas al MIR dentro del CEEM. Según él, "lo más probable es que la crisis retrase el desarrollo del nuevo modelo de prueba de acceso al posgrado", y a la incidencia de la crisis habría que sumar la lentitud del trabajo iniciado en el Ministerio de Sanidad para diseñar el futuro examen. Él cree que "hasta que no concluya la configuración de los nuevos planes de estudio del grado adaptado al Espacio Europeo de Educación Superior y el decreto de troncalidad, es temprano para que la administración fije definitivamente cómo será la prueba".

Rueda destaca que la propuesta del CEEM ya ha sido expuesta en dos ocasiones ante el director general de Política Universitaria del Ministerio de Educación, Felipe Pétriz, y el subdirector de Ordenación Profesional de Sanidad, Juan Antonio López Blanco. La idea de los estudiantes es conseguir el apoyo para que el próximo examen MIR incluya la tradicional prueba tipo test y una ECOE "con unas 20 etapas, como recomiendan la mayoría de sociedades científicas". Además, reclama que el expediente académico, que ahora representa un 25 por ciento de la calificación final, pese menos "aunque todavía la Asamblea del CEEM no ha aprobado qué porcentaje sería el más justo". En cualquier caso, piensa que "esta medida ayudaría a salvar las distancias entre estudiantes españoles y extracomunitarios, que a veces se presentan al MIR con el doctorado hecho, y eso son puntos de más".

ECOE por facultades
Rueda entiende que el coste de una ECOE nacional es muy elevado y propone como alternativa que la evaluación de competencias y habilidades se haga en las propias facultades de Medicina "pero con un evaluador externo". En cualquier caso, el CEEM considera que éste es el mejor modelo para comprobar la habilidad práctica del licenciado; "al menos es la que cuenta con más experiencia y más aceptación, no como el portfolio". Insiste en que, hasta que en las facultades haya laboratorios adecuados para la preparación práctica del alumno, la evaluación de la ECOE es simplemente de apto o no apto.
El coordinador de Alternativas al MIR de la organización estudiantil echa de menos que una agrupación nacional de residentes se implique en el desarrollo del futuro examen, aunque entiende que "ellos ya son MIR y quizás deba ser una batalla más de los alumnos de Medicina". Sí espera, sin embargo, la participación en el debate de las vocalías de Médicos en Formación de los colegios de médicos, "que están cada vez más activas".

El Tribunal Constitucional considera inconstitucionales parte de dos artículos de la actual Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias

El Tribunal Constitucional (TC) considera inconstitucionales parte de dos artículos de la actual Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias (LOPS), en los que se reconoce la competencia del Ministerio de Sanidad para acreditar actividades y programas de formación continuada de los profesionales sanitarios, así como los centros encargados de impartirla.
De este modo, y según el fallo de la Sala Primera del TC que publica el Boletín Oficial del Estado (BOE) este martes, las comunidades autónomas son la única autoridad competente para, a través de sus órganos competentes en la materia, acreditar dicha formación.
La sentencia hace alusión a cinco conflictos de competencia y un recurso de inconstitucionalidad interpuestos por el Gobierno de Aragón sobre los convenios firmados en 2002 por Sanidad y los Consejos Generales de Colegios de Médicos, Veterinarios, Odontólogos y Estomatólogos, Farmacéuticos y Diplomados en Enfermería relativos a la formación continuada de estos profesionales.
Según alegaba esta comunidad, el gobierno regional tiene competencias exclusivas en materia de Sanidad e higiene, gestión de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social y colegios profesionales y ejercicio de las profesiones tituladas, lo que les otorga competencias para organizar y gestionar la acreditación de centros, actividades y profesionales.
El TC ha estimado parcialmente este recurso y ha declarado inconstitucional y, con ello, la nulidad de parte del artículo 35.1 de la LOPS en los que se especificaba que Sanidad tenía las competencias para la acreditación de la formación continuada de estos profesionales, junto a las comunidades.
De este modo, dicho artículo cambiaría su redacción de modo que “los órganos competentes de las comunidades autónomas podrán acreditar actividades y programas de actuación en materia de formación continuada de los profesionales sanitarios, así como, con carácter global, centros en los que las mismas se impartan”.
Igualmente, se excluye también al ministerio del artículo 35.4 de la misma ley, según el cual son las comunidades quienes decidirán si delegar las funciones de gestión y acreditación de la formación continuada, incluyendo la expedición de certificaciones individuales, en otras corporaciones o instituciones de derecho público.
La sentencia considera también inconstitucionales parte de las cláusulas de los convenios firmados que, según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, quedarán sin efecto cuando lo ratifique la Audiencia Nacional.

El MIR superará dos exámenes antes de optar a la especialidad


El borrador que diseña el Grupo de Trabajo de Troncalidad (integrado por representantes de las 17 autonomías y de la Administración central) no sólo afecta a la configuración y diseño de las especialdiades sino que variará sustancialmente los mecanismos de acceso a la formación especializada.
La agrupación de las especialidades en troncos supondrá la aparición de unidades docentes troncales (UDT, en la terminología propuesta por las comunidades) y obligará a los residentes a superar dos exámenes antes de poder cursar la especialidad que elijan: a la prueba MIR tradicional se sumará otra al final del periodo troncal de dos años (común a todas las especialidades).
Si hasta ahora bastaba con aprobar el examen MIR para entrar en la convocatoria anual de plazas de formación especializada, cuando entre en vigor el nuevo sistema ese examen sólo dará acceso a uno de los cuatro troncos propuestos por las regiones (médico, quirúrgico, de laboratorio y de imagen). El texto del borrador especifica que "para la elección de la especialidad propiamente dicha, los residentes se ordenarán de acuerdo con la puntuación de acceso a la formación especializada (el examen MIR tradicional), la calificación del periodo troncal del comité de evaluación de la UDT (que se determinará mediante evaluaciones anuales con arreglo a criterios propuestos por las comisiones nacionales) y la puntuación de la prueba final de tronco que se establezca".
El peso de la nota
El borrador del Grupo de Troncalidad aclara que esta segunda prueba será específica (y, por tanto, diferenciada) para cada uno de los cuatro troncos, la diseñará el Ministerio de Sanidad y se ejecutará de forma descentralizada en cada una de las comunidades autónomas, con la participación de los responsables de la UDT.
Lo que deja abierto el proyecto autonómico es el peso que tendrá cada una de las pruebas en la evaluación final del alumno. Aun así, hace una propuesta: un 40 por ciento para el examen MIR y un 60 por ciento para la calificación de la formación troncal (30 por ciento las evaluaciones del comité de la UDT y 30 por ciento para la prueba externa final que diseña el Ministerio de Sanidad). Con esos criterios se determinaría el orden de elección de la especialidad.
Una vez superada la formación troncal, el residente podrá elegir especialidad entre las plazas que se ofertaron en su convocatoria de acceso y en el ámbito de su unidad docente troncal.
¿Y el examen MIR?
La elección de la UDT condicionará sobremanera la posterior elección de la especialidad (dos años después), ya que sólo se podrá optar a aquellas plazas que estén vinculadas con la unidad donde se ha realizado el periodo troncal y que se establecerán en la convocatoria anual correspondiente.
Con respecto al examen MIR, que la LOPS obliga a reformar antes de 2011, la propuesta autonómica no entra a valorar el alcance de esa reforma. Se limita a señalar que consistirá en "un examen test multi-respuesta que evaluará los conocimientos y las habilidades clínicas y comunicativas básicas", pero sin concretar el diseño de la prueba.